Comunicado de Prensa

El Fondo Perpetuo para la Educación: Una oportunidad para la formación académica

Uno de los valores de los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la formación académica. Por esta razón, la Iglesia ofrece oportunidades como el Fondo Perpetuo para la Educación (FPE), un fondo cuya finalidad es costear la formación técnica y profesional a miembros de la Iglesia para que estos puedan obtener mayores y mejores oportunidades laborales.

Con el fin de fortalecer al individuo, la familia y la comunidad, el Fondo Perpetuo para la Educación (FPE) se estableció en el año 2001 durante una Conferencia General en la que Gordon B. Hinckley, quien era entonces el Presidente de la Iglesia, anunció esta iniciativa destinada a ayudar a los jóvenes de los países en vías de desarrollo a “salir del cículo de la pobreza que tanto ellos como sus antecesores han conocido.”

"Creo que el Señor no desea ver a los de su pueblo condenados a vivir en la pobreza. Creo que Él desea que los fieles disfruten de las cosas buenas de la tierra. [...] En una tentativa por remediar esa [falta de oportunidades], proponemos un plan [...] que creemos ha sido inspirado por el Señor. [...] Lo llamaremos el Fondo Perpetuo para la Educación." El Presidente Hinckley además señaló: "la educación es la clave de la oportunidad."

Este programa que inculca la importancia de la educación, la integridad, el trabajo arduo y la autosuficiencia, se financia con los aportes económicos voluntarios de miembros de la Iglesia y de otras personas que apoyan la finalidad del FPE, el cual actualmente funciona en Latinoamérica, el Caribe, el sureste de África y las Filipinas.

“Para mí, el Fondo Perpetuo para la Educación representa una luz en el camino de mi formación”, expresa Daniel Osiris Marte, joven de 24 años beneficiario del FPE. Daniel, quien regresó hace un año de un servicio misional voluntario de 24 meses, solicitó el FPE para poder continuar sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad APEC de esta capital. “Para una persona recién regresada de hacer una misión, sin trabajo y con un perfil económico bajo, el Fondo Perpetuo para la Educación fue un milagro en mi vida, el cual me permitirá cumplir mi sueño de ser un profesional que pueda proveer para mi futura familia” agrega.

Así como Daniel, en el país y en el mundo existen muchos jóvenes que actualmente son beneficiarios del FPE, mientras otros ya han podido concluir satisfactoriamente su formación académica y aportar a su vida y la de sus familias mejores oportunidades. 

Principales requisitos para solicitar el préstamo del FPE

Además de ser certificado como un miembro digno y activo en la Iglesia (cumplidor de las normas y estándares de conducta esperados en todo miembro de la Iglesia), en el caso específico de los varones solteros con edades entre 18 y 26 años deben haber servido como misioneros de tiempo completo (servicio voluntario por dos años). También deben ser alumnos inscritos y activos en las clases de religión y contar con la autorización de sus líderes eclesiásticos correspondientes, además de haber completado el Taller Planificación para el Éxito que se imparte gratuitamente en los centros de institutos de religión disponibles en Santo Domingo y Santiago. La edad máxima para aplicar al FPE es sesenta años. 

¿Cuándo devolver el préstamo?

El primer pago se realiza antes de que la institución académica reciba el dinero y es un monto simbólico del compromiso adquirido. Más adelante, se realizan pagos a lo largo del curso cuyos montos son mínimos. Finalmente, al cabo de seis meses luego de la graduación, el beneficiario comienza a realizar pagos mensuales más elevados basándose en una tasa de interés considerablemente baja. La cantidad de los pagos a realizar después de la graduación dependerá del monto del préstamo solicitado.

Si desea saber más acerca del FPE entre  a http://pef.lds.org/?locale=spa

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