Niños y jóvenes autistas reciben materiales para su educación

El pasado viernes 15 de febrero, la Fundación Manos Unidas por el Autismo fue beneficiada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con la donación de materiales educativos y mobiliarios en una ceremonia celebrada para formalizar la entrega de los bienes.

“Nosotros, miembros de la fundación, agradecemos a Dios y a la Iglesia por ser el instrumento por el cual se ha podido bendecir a los niños. Realmente este es un momento de regocijo y alegría,” comentó la Sra. Odille Villavizar, directora de la institución, quién compartió que al momento de recibir la noticia por parte de la Iglesia, los miembros de la fundación están reciclando los materiales y utensilios que ya tenían a mano para reutilizarlos tanto como fuera posible. “Habíamos orado y habíamos hecho una petición formal a la Iglesia. Y nuestras oraciones fueron contestadas al recibir mucho más de lo que habíamos esperado.”

Por su parte, Nicole Beauchamps Hache, coordinadora del programa Manitas Unidas e Intervención Temprana, quién se dirigió a los presentes en inglés con la ayuda de un traductor, afirmó que la donación significa para fundación “un paso más para el tratamiento del autismo y un avance al trabajar con los materiales que necesitamos,” y luego calificó a la Iglesia como “nuestra familia” en la labor de ayudar a los niños con discapacidades.

Luego de la entrega formal, los presentes recibieron una demostración por parte de los niños y sus instructores en cómo se iban a utilizar los materiales recibidos. Así mismo la fundación otorgó a la Iglesia, representada por el Elder Samuel Johnson y su esposa Katie, un reconocimiento en virtud a la ayuda brindada. Acompañados de la familia Johnson también asistieron las hermanas Alicia Navarro y Karina Kasse, así como el obispo Guido Gutiérrez del Barrio San Gerónimo, Estaca San Gerónimo.

El obispo Gutiérrez agradeció el amor mostrado por los instructores y padres para con los niños señalándolo como un actor de amor a la manera de Jesucristo. 

“Cuando centramos nuestros esfuerzos en las enseñanzas de Cristo, podemos reflejar amor sincero para con los demás. Realmente se necesitan fuerzas para seguir adelante y sé que el esfuerzo que hacen será retribuido al enseñar a los niños y jóvenes a ser autosuficientes,” comentó el obispo Gutiérrez al afirmar que era una bendición para él poder ayudar y contribuir para el bienestar de la sociedad y el futuro de los niños.

Esta y actividades similares forman parte del objetivo de la Iglesia de unirse y cooperar con las instituciones que ayudan a los más necesitados. En los 40 años que tiene la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la República Dominicana, se ha extendido alrededor de US$27, 148,000 en ayudas, beneficiando a 4.3 millones de personas con precariedades diversas.